Objetivos:
- Informar sobre la realidad de la situación en Colombia a través del tiempo, explorando cómo la violencia ha marcado la historia del país y sus transformaciones sociales.
- Narrar la historia de la violencia en Colombia, destacando los conflictos políticos, sociales y culturales que han impactado a la nación, y cómo estos se han reflejado en la vida cotidiana de su gente.
- Promover el conocimiento y la apreciación de la música colombiana como una expresión cultural única, especialmente el vallenato, que ha servido como un vehículo para preservar la memoria histórica, denunciar la injusticia y expresar la identidad nacional.

El vallenato ha sido una herramienta poderosa para documentar eventos y emociones vinculados a la violencia. Canciones como “La Gota Fría” de Carlos Vives permiten analizar cómo las tensiones políticas, las rivalidades y la polarización de los partidos conservador y liberal se traducen en peleas simbólicas. Estas rivalidades no solo reflejan enfrentamientos políticos, sino también resentimientos de clase, desigualdad social y exclusión cultural, como se ve en la mención al “indio Yumeca”, una identidad históricamente marginada.
Por otra parte, canciones como “Lo Mejor para los Dos” de Kaleth Morales capturan la tragedia personal que acompaña a la violencia estructural, como las despedidas forzadas y la incertidumbre de si los seres queridos volverán con vida. Esto simboliza el miedo constante de las familias colombianas que viven en zonas de conflicto o han sufrido desplazamientos.
Finalmente, “La Tierra del Olvido” de Carlos Vives explora el impacto de la violencia en la memoria histórica y el sentimiento nacional. La canción se convierte en un lamento por la “tierra olvidada” y, al mismo tiempo, en una llamada a recuperar las raíces culturales, mostrando cómo la música puede equilibrar melancolía y esperanza.
Crítica a las élites: Algunos compositores han utilizado el vallenato para denunciar la corrupción y la falta de atención por parte del gobierno hacia las comunidades más vulnerables.
Resistencia cultural: El vallenato ha sido una herramienta para preservar la identidad cultural y resistir la homogenización que a menudo acompaña los procesos de violencia política y desplazamiento.
Protesta poética: Aunque menos explícito que otros géneros, el vallenato utiliza el lenguaje poético para denunciar desigualdades sociales y problemas como la pobreza y la exclusión.

La música colombiana, especialmente el vallenato, cuenta las historias de un país que ha vivido décadas de violencia, pero también de resistencia y esperanza. A través de sus letras, los artistas han dado voz al dolor, la lucha y los sueños de millones de colombianos. El vallenato no solo denuncia injusticias o recuerda tragedias; también conecta a las personas con sus raíces, ofreciendo consuelo y recordándonos que, a pesar de las heridas, siempre hay espacio para soñar con un futuro mejor.
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